lunes, 10 de marzo de 2008

Con ideas Mudas


Tomo a sorbos pequeños el vino en una copa para cócteles (no tengo una para vino). De fondo musical tengo house of the rising sun, en la voz desfachatada de Bob Dylan. No se cuanto tiempo pueda durar. Hoy las horas están siendo contadas minuto a minuto por mi, puesto que la espera se hace cada vez más desesperante. Una continuación de sonidos como golpeteos plásticos perturban el ambiente, mi ambiente, ese que hago mío todas las mañanas en las que las palabras me rebasan. Aún tengo dificultades con ellas, aún me peleo con las palabras, son incómodas, son simples, son, sobre todo, finitas. No pueden expresar todo lo que en algún momento se me antoje decir o callar. Los silencios son insonoros y al no producir sonido alguno no pueden traducirse en símbolos como las demás acciones, solo se les nombra como parte de un todo silencioso, pero el silencio no es una cosa, sino muchas con un mismo nombre. Si callo las palabras lo hacen también, por eso estoy peleado con ellas, por eso las odio tanto, por que son muy poco útiles cuando no pueden expresar las ideas complejas que todo el tiempo desbordan mi cabeza. Me trabo al hablar, me callo cuando quiero expresar algo que las palabras no pueden, intento buscar en mi mente alguna combinación de ideas lo suficientemente factibles para poder expresar todo lo que en ese momento desborda mi mente. Pero entonces sucede un contrario; al quedarse calladas mis ideas en mi mente, mi boca utiliza palabras de corrido, hablo de incoherencias, hablo con ellas, hago uso de frases sin sentido que, increíblemente son captadas perfectamente por quien en ese momento sea mi interlocutor. Sin ideas en mi cabeza mi boca se mueve sola, haya palabras fácilmente y sin problemas, pero al pensar lo que tengo que decir, las ideas rebasan a las palabras y me quedo sumido en un mutismo que intenta expresar a gritos silenciosos todo lo que hay en mi cabeza, pero los demás solo ven a un hombre callado con la mirada perdida.
Mi copa se ha acabado, Bob Dylan ha terminado su canción hace un buen rato y lo ha reemplazado el grupo Opeth con el tema In my time of need. Las horas siguen pasando lentamente, esperando a que sean las dos PM. Hay una promesa que si debo cumplir, una promesa que no debe caer en esa caja de zapatos en la que acostumbro guardar todas las demás promesas viejas que no cumplí. Tomaré un café en el zócalo esperando que mis palabras tomen un buen rumbo, y que mis ideas las acompañen…

1 comentario:

Ada Medina. dijo...

NO TE PELEES CON LAS PALABRAS Y MEJOR HASTE SU AMIGO,TE ASEGURO QUE LO MEJOR DE LA VIDA SE ENCUENTRA EN ESA TAN APRESIABLE AMISTAD.INVITALAS A TOMAR UN CAFE ESO ES LO QUE MAS LE GUSTA,HABLALES DE TI(ellas ya lo saben, pero que rayos)Y SABRAN EL MOMENTO ADECUADO PARA CALLARTE Y PEDIRTE HASER OTRA COSA.LLEVALAS A TU CASA Y DESPUES DE UNO BUENA COPA DE VINO, ESTARAN LISTAS PARA HASERTE EL AMOR.TOMALAS Y HASLAS TUYAS, DEJALAS EXAUSTAS CON AMBRE DE MAS, ASI VOLVERAN POR TI CADA QUE QUIERAN CAGER CONTIGO.EL MEJOR DE LOS SEXOS ESTA EN LAS PALABRAS.

Powered By Blogger